Me quedé sola (part IV)

Llevo muchas horas, sola, en esta sala de espera y nadie me dice nada, nadie pronuncia su nombre, nadie me explica qué ha ocurrido. Cómo ha podido ocurrir ¡no lo entiendo! Aquel chico tan guapo se acercó a ella, empezaron a hablar yo continué hablando con el amigo de éste. Hubo un momento que la perdí de vista, supongo que irían a pedir alguna copa en la barra. Al cabo de un rato, apareció ella tambaleándose, quise ir a ver qué ocurría, pero el chico con el que hablaba le quitó importancia diciendo que se habría pasado bebiendo o que quizás su amigo le habría dado una “rosita”. <<¿Una “rosita”? -si... bueno... está acabando químicas y ha aprendido a hacer... bueno... eso..., no sé cómo las hará... yo estoy estudiando empresariales...>>. El chico seguía hablando mientras yo me iba alejando, hasta que me cogió por el brazo preguntándome a dónde iba, que no pasaba nada, que él ya las había probado otras veces y que no estaban nada mal y que seguramente ahora mismo mi amiga saldría del lavabo. Me dio la sensación que no tenía mala intención, que sólo quería tranquilizarme, pero nunca había visto a mi amiga tan mal y eso me preocupó, y aún más sabiendo que probablemente había consumido algún tipo de estupefaciente. Así que me separé de aquel chico como pude y fui al lavabo a ver que ocurría y encontré a mi amiga con las manos en su cara impidiéndose a si misma la respiración, tapándose la boca y la nariz, y desmayándose al instante. Y aquí estoy ahora, en la sala de espera de un hospital, me quedé sola...